Las cuentas de Facebook, Twitter, Google+, Yahoo, LinkedIn, como las llaves maestras, pueden abrir diversos servicios web además del suyo propio. Esto supone una gran comodidad para el usuario, no hay que recordar contraseñas y el acceso es inmediato. Pero esta comodidad tiene un precio, nuestra privacidad. Engordamos los datos que sobre nosotros ya tienen las redes sociales y por otra parte proporcionamos información a terceras partes con políticas de privacidad no muy claras. Echa un vistazo a este artículo: El peligro de hacer login con tu Facebook o Twitter personal.
Pinterest, Inoreader, Hotsuite, Slideshare, Bitacoras.com, Netvibes y Vimeo, por poner unos cuantos, son servicios que permiten alguna de las cuentas maestras. Me llama la atención que servicios como Digg o Feedly ni siquiera ofrecen un acceso propio. Estas cuentas maestras no son ofertadas altruistamente, es más, están en una disputa muy interesada por convertirse en el rey de los longins sociales, porque la información siempre es poder. Facebook, Google, Twitter, Amazon… ¿Por qué todos quieren su propio login social?.
Yo soy partidario de no utilizarlas, ¿Incómodo?, no tanto, cuando la memoria me falla mi libreta mágica siempre me salva. Pero como todo, cada un@ tiene que establecer su propio equilibrio.
¿Donde colocarías la pestaña?, ¿más cerca de la Privacidad o de la comodidad?.
Control de las aplicaciones en Facebook, Google+ y Twitter
- Google+: Pulsando sobre la foto del perfil y luego en Privacidad. “Configuración de la cuenta”. “Accede a los ajustes de tu cuenta de Google”. “Inicio de sesión con Google+”. “Ver sitios conectados”.
- Facebook: Pulsar sobre la flechita superior derecha y luego en Configuración. “Aplicaciones”.
- Twitter: Pulsar sobre la rueda de Configuración. En el menú de la izquierda “Aplicaciones”.
3 comentarios
Eres muy aplicado Emilio. Fundamentalmente por la experiencia vivida.
Nos cuesta aprender de la experiencia ajena, “cuando las barbas de tu vecino veas pelar, …”, y nos encontramos entonces en situaciones inesperadas e incómodas.
Hasta hace poco era una contraseña única la que tenía en la mayoría de los sitios, ahora ya son varias en incluso en un sitio es muy larga y excesivamente complicada, como consecuencia de los ataques masivos que recibo. Me había ido dando cuenta poco a poco de la reducida privacidad que tenía, pero hace dos meses me regalaron uno de estos modernos móviles que hacen de todo y con suerte hasta puedes hablar por teléfono, y allí fue la debacle. Todo sincronizado, que no se si un mensaje me viene del “feisbuk”, del teléfono o del banco avisándome que estoy en números morados después de haber sobrepasado los rojos, con el agravante de que como no le hago mucho caso (me desenvuelvo, mejor con el ordenador) hay cosas que aún no las conozco.
En el ordenador cuando borro historial, caché, cookies… del Firefox y al iniciarlo me vuelve a preguntar si quiero que me guarde una contraseña maestra para todas las que vaya a poner, no le doy un puñetazo ya que rompería el monitor.
Así que ya sabes, prefiero privacidad a comodidad, pese a que en ocasiones tengo que echar mano de la libretita por no acordarme de algo.