Visitando el pueblo de La Alberca en la provincia de Salamanca y buscando una ruta asequible por la Sierra de Francia nos encontramos con esta ruta circular que sale del mismo pueblo, que recomendamos por su belleza y por sus esculturas que forman parte del paisaje y vamos descubriendo según nos adentramos en el territorio.
Camino de las raíces, por el bosque, entre la fronda; la voz del corazón dice: Lo que amamos sólo importa. José Luis Puerto
Recorrido 8 km. Duración aproximada 2 horas y 45 minutos.
El camino comienza en el pueblo de La Alberca, está perfectamente señalizado con unos postes donde está dibujada una raíz y en algunos momentos nos encontraremos con marcas del sendero GR-10, nosotros tuvimos que preguntar en el cuartel de la Guardia Civil, como referencia decir que está al lado de este cuartel.
Desde el inicio te introduces en un bello bosque de castaños y robles.
Esculturas que nos iremos encontrando por el camino y que nos harán reflexionar sobre la intervención humana en la naturaleza sin degradarla y sobre la espiritualidad del hombre
- La primera es de Begoña Peréz, “Del espejismo de un bosque”. Nos presenta tres láminas de acero pulido donde veremos reflejada la naturaleza circundante y como dice la autora la obra cambia porque la naturaleza cambia y la vida continua.
- La siguiente es de Lucía Lorén, “La Majá”. Nos representa un cercado con una puerta metálica que parece un tronco. ¿Qué guardan estas paredes? ¿qué protegen? ¿de qué defienden? ¿dónde están los pastores? ¿quién come el monte y lo pisa y lo protege de los fuegos? Paredes que son puertas para recordar la esencia de lo que fuimos. Raíces perdidas.
Siguiendo el sendero nos encontraremos la ermita de Las Majadas Viejas, relacionada con el Camino de Santiago. Antes de llegar nos encontraremos un cerro de piedras con una cruz en lo alto donde los peregrinos aportan su propia piedra al montículo y rezan una oración. Un poco más adelante encontraremos una piedra con una cruz coronándola donde dicen que encontraron la talla de Nuestra Señora de Majadas Viejas. Por fin, llegamos a la ermita, nosotros no la vimos por dentro por estar cerrada, pero su peculiaridad es el coso taurino que la rodea, el púlpito adosado a su pared y un brocal de pozo delante de ella.
- Cruzaremos la carretera y seguiremos el camino encontrándonos la tercera escultura. Es de Iraida Cano, “Hojas de roble”. El juego de parmenecer. La hoja de roble cae, ha sido sombra y refugio y frescor, también cama para los animales en las cuadras. Cae y se funde con la tierra, se hace alimento para los nuevos brotes, para la nueva vida. Para que crezca lo que estaba, ramas, raices. Hacer la hoja más tangible, sorprendentemente inmutable, con otra dimensión en el espacio y en el tiempo. Todo cambia. Estas esculturas las encontraremos en diversos puntos del camino, son unas hojas de roble de chapa yaciendo sobre el suelo o las rocas.
- La siguiente es de Fernando Casas, “Asteroide S 09 2010”. Está ubicada dentro de la Ermita de San Marcos, la cual quedó derruida y ahora han conservado las paredes, al lado de la Laguna de San Marcos, donde veremos unos reflejos de nubes y arbolado maravillosos, todo salpicado de gran cantidad de ranas y como colofón tenemos un mirador al lado donde disfrutaremos de las vistas de la Peña de Francia. Rodeado de estos elementos no encontramos una piedra en bruto, arrancada a la tierra, que se deja pulir y transformar. Raíces íntimas que invitan al cambio.
- La quinta escultura es de Carlos Beltrán, “Panal”. El panal, nido, origen, espacio que alberga vida. Acumular alimento para los otros. Construcción animal que, desde la sencillez, sorprende. Colmeneros, miel, turrón … escudo, joyas … el pasado huele dulce. Un panal para mirar a través de él.
- Culminamos el camino con la obra de Fernando Méndez, “Sombra”. La sombra del árbol es una raíz. La sombra se mueve, desaparece, cambia de intensidad. El árbol permanece. Las raíces se mueven cuando crecen. El árbol se mueve cuando crece. Direcciones opuestas. Crecimiento continuo o muerte. Materia viva y piedra que recoge un instante y lo congela. Reloj de sol, tiempo detenido, Sombra.
Llegando al pueblo podemos retomar fuerzas en el área recreativa de Fuente Castaño. Disponemos de una fuente con unos caños muy curiosos y tenemos la estatua del cerdo.
Cerramos el círculo llegando al pueblo de La Alberca y con la satisfacción que nos ha producido un bello paseo salpicado de arte y naturaleza. Lo recorrimos en otoño, en un momento que las lluvias eran muy frecuentes y por lo tanto tuvimos la suerte de ver bastantes tipos de setas.
Información complementaria
- http://www.laalberca.com/caminodelasraices.html. Recomendamos la descarga de dos artículos muy completos sobre la ruta escritos por Javier Prieto en el Norte de Castilla y por A Mano en la revista Emociones.
- La Alberca. Población que merece una visita sin prisas. Pudimos ver la Moza de las ánimas, una costumbre que se hace desde el siglo XVI.
1 comentario
Uno de los viajes que tengo en mente es a Salamanca y después de ver esta emocionante excursión lo añado a mis preferencias. Gracias