Todos conocemos a Don Quijote y sus andanzas por tierras manchegas, aunque no hayamos leído el libro. Famosa es la frase “En un lugar de la Mancha….”. Una vez empiezas el recorrido por estas tierras, y muy especialmente por Campo de Criptana, todo está impregnado de las andanzas de este peculiar caballero protagonista de la famosa obra de Cervantes.
Campo de Criptana
Nuestro último destino por la provincia de Ciudad Real aprovechando la vuelta para Madrid.
Al llegar al pueblo seguimos las indicaciones que nos llevaban hacia los Molinos de Viento, estos bellos gigantes es de lo que más nos gustó en este recorrido.
En la cima de la colina y en la ladera están situados diez molinos de viento perfectamente conservados y creando un paisaje anclado en el tiempo, esperando que aparezca Don Quijote seguido de su gran amigo Sancho Panza en cualquier momento.
Según los datos que nos facilitaron en la Oficina de Turismo, la cual está situada en un molino, tres de ellos son del siglo XVI, cada molino tiene su nombre y se puede realizar una visita guiada a algunos de ellos. En uno de los molinos (Molino Culebro) está el museo de Sara Montiel.
Casas – cueva
Bajando por la ladera hacia el pueblo por unas calles estrechas y empinadas, teñidas de azul y blanco, nos encontramos las casas-cueva, viviendas excavadas en la roca, algunas tenían almacén de grano que luego molían en los molinos y los animales también compartían la vivienda.
El Pósito de Campo de Criptana
El Pósito, edificio del siglo XVI, donde se depositaba el trigo.
Sede de un banco agrícola que bajo el control del Ayuntamiento prestaba grano a los agricultores en época de carestía como adelanto del año venidero, era gestionado por el Ayuntamiento.
Su finalidad era doble: realizar préstamos en especie a los agricultores, que los reintegraban al año siguiente una vez recogida la cosecha, y regular el mercado del trigo, cuando el precio de éste y el del pan tendían desmesuradamente al alza, con el fin de evitar o atenuar posibles conflictos sociales.
En la actualidad es Museo Municipal. Otro lugar para visitar recorriendo tranquilamente sus calles.
Gastronomía
La comida fue excelente, productos típicos aprovechando sus cultivos vegetales y animales de la zona. Cocina con recuerdo a los pastores y labriegos. Cervantes ya lo recoge en su famosa novela y nos hace llegar multitud de recetas.
Uno de mis preferidos es el pisto manchego y el asadillo manchego, aprovechando los pimientos y tomates de la zona.
Las migas del pastor, duelos y quebrantos y la caldereta de cordero, todo ello regado con un buen vino manchego. Algunos platos son muy contundentes como las gachas, pero cada uno encontrará algo cercano a sus gustos.
Los quesos manchegos, con Denominación de Origen, chorizos, morcillas y el lomo de orza un rico manjar.
Por último en el postre destacaría el pan de Calatrava, las flores manchegas, la bizcochá, torrijas y pestiños.
La huella de Don Quijote y Sancho Panza
En todo el recorrido por la provincia de Ciudad Real, las esculturas de Don Quijote y Sancho Panza nos acompañaron, vimos de todos los modelos y tamaños, aquí os presentamos un pequeño surtido.
Información complementaria
- Area de turismo del ayuntamiento de Campo de Criptana
- Tierra de gigantes. Portal de turismo. Campo de Criptana, donde Don Quijote se enfrentó a los ‘Gigantes’
Continúa la visita por la provincia de Ciudad Real
Villanueva de los Infantes y Valdepeñas
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y Lagunas de Ruidera
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