De Farlete a las Cuevas de San Caprasio. Ruta senderista

San Caprasio, el punto más alto de la Sierra de Alcubierre, a unos 834 metros de altitud. 9 km por un terreno seco y duro pero con una sorprendente vegetación.

Buscando rutas para poder realizar senderismo cercano a Zaragoza, actividad placentera donde las haya, nos encontramos con esta ruta desconocida para nosotros. Nos encantó, pero recomendaría no hacerla en época de mucho calor, mejor otoño o primavera.

Partimos del pueblo de Farlete, a las afueras nos encontramos el Santuario de la Virgen de la Sabina, totalmente reformado del siglo XVIII.

Santuario de la Virgen de la Sabina. Farlete

Desde aquí, perfectamente señalizado, tenemos una distancia de unos 9 km, nosotros avanzamos unos dos con el coche y lo dejamos en un lado del camino. Es un lugar, como pudimos comprobar, muy utilizado para hacer BTT, encontrándonos varios grupos en el camino.

San Caprasio. Inicio del camino desde el Santuario de la Virgen de la Sabina

Una vez aparcado el coche comenzamos nuestra andadura. Ya desde aquí divisamos nuestro destino, “San Caprasio“, el punto más alto de la Sierra de Alcubierre, a unos 834 metros de altitud.

San Caprasio. Caminando hacia la cima

Aunque el terreno es seco y duro nos sorprende la vegetación del camino, con arbolado de pinos, sabinas, enebro y el romero propio de estas zonas secas.

Curva en el camino hacia San Caprasio

Cuando ya hemos recorrido parte del camino nos encontramos un desvío que nos lleva a “La Torraza“, torre del siglo XIII, aunque no nos desviamos. La torre se divisa durante gran parte del camino, imponiéndose como buen vigilante de la Sierra.

Cartel indicativo de La Torraza en el camino hacia San Caprasio

La Torraza desde el camino hacia San Caprasio

Damos una gran vuelta bordeando la montaña hasta que comienza la subida. Cuando ya llegamos a la cima, lo primero que nos encontramos es una figura de la Virgen del Pilar, a lo lejos divisamos las cuevas y en la cima la iglesia de San Caprasio.

Virgen del Pilar en la cima de San Caprasio

La iglesia está cerrada y solamente podemos deleitarnos con el paisaje y viendo los paneles informativos.

Nos vamos a la izquierda en dirección a las cuevas, pasando un estrecho camino y bajando unas escaleras metálicas que nos llevan a ellas.

Camino y barranco hacia las cuevas de San Caprasio

Escaleras hacia las cuevas de San Caprasio

Hay dos cuevas abiertas, la primera contiene un pequeño comedor con una mesa redonda y bancos para sentarse o dormir y una oquedad a la izquierda con estanterías. La segunda es la capilla de San Caprasio, con un pequeño altar al fondo y unos bancos en los lados que nos permiten tener un momento de paz y recogimiento.

Puertas de las cuevas de San Caprasio

Meca comedor en cueva de San Caprasio

Capilla de la cueva de San Caprasio. Farlete

Hoy estas cuevas pertenecen a la Hermandad de Jesús, que de acuerdo con el Ayuntamiento de Farlete las arregló y ensanchó para realizar una capilla como lugar de oración. Estas cuevas también fueron utilizadas por el bandido “Cucaracha” para sus correrías.

Recomiendo divisar desde las cuevas el paisaje, a un lado tenemos el paisaje desértico totalmente monegrino y al otro la zona más verde y arbolada de la Sierra de Alcubierre. Una división perfecta del paisaje.

Vistas desde San Caprasio. La línea entre los Monegros y la Sierra de Alcubierre

Vistas de la Sierra de Alcubierre desde San Caprasio

Vistas de la Sierra de Alcubierre desde la cima San Caprasio

Una de las leyendas de San Caprasio es que cuidaba ganado en la Sierra de Guara, posiblemente cabras, de ahí su nombre. Un día decidió hacerse monje, cogió su cayado y lo lanzó tan lejos como pudo, yendo a parar a la Sierra de Alcubierre. En el lugar donde cayó el bastón surgió una fuente y en las inmediaciones se edificó la ermita.

También tenemos en la Sierra de Alcubierre la ruta de Orwell o de las trincheras. Lugar estratégico durante la Guerra Civil española, donde se han restaurado trincheras, zonas de cocinas y vivienda que habilitaron durante aquella época.

1 comentario

Antes me gustaba mucho caminar, pero ahora cada vez me cuesta más trabajo decidirme a hacerlo y es que los años no pasan alegremente.
Pero me he atrevido a venir hasta aquí para desearte para ti, tu familia y amigos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.
Como verás la felicitación es a la antigua usanza como lo que yo soy.
Un abrazo

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