Menorca, una isla para conocer por tierra y por mar
Por mar, si no se tiene barco como fue nuestro caso, aconsejo contratar una excursión, de esta forma se puede apreciar la belleza de sus acantilados y el exotismo de sus calas. Nosotros compramos los billetes en el puerto de Ciudadela, aunque también los ofertan en diversas tiendas.
La excursión recorría las preciosas calas del sur, parando en dos de ellas (Son Saura y EnTurqueta) para darnos un bañito y comer la paella cocinada por la tripulación del barco. Durante el trayecto nos ofrecieron sendos porrones de pomada (bebida local) y otro licor de la zona.
Las calas y sus aguas cristalinas con la arena blanca caracterizan la belleza de esta isla, protagonistas incluso de algún anuncio publicitario. Por ello, me centraré en cuatro localizaciones que me gustaron mucho y son menos conocidas.
La Albufera des Grau
La Albufera des Grau es el parque natural más importante de Menorca y uno de los puntos clave de la Reserva de la Biosfera menorquina.
Se puede comenzar la visita parando en el Centro de Recepción Rodríguez Femenias, nosotros cuando fuimos estaba cerrado.
Hay tres rutas muy bien señalizadas y varios puntos de observación de las aves. Se camina entre árboles y es una buena opción para quien le guste el senderismo y la naturaleza. Una buena forma de terminar la visita es acercarse al faro de Farantx y bañarse en la extensa playa de Grau.
Camí de cavalls (camino de caballos)
Un camino que rodea toda la isla. Según documentos históricos data del siglo XIV y era utilizado para la defensa y vigilancia de las costas, así como vía de comunicación.
Tiene una longitud de 220 Km y se puede recorrer a pie, a caballo o en bicicleta. Un paseo por este camino no se puede descartar, a través de él se aprecian las costas menorquinas, sus aguas azules-verdosas, y su vegetación que te embriaga de paz y es un deleite para los sentidos.
Monte Toro
Situado en el centro de la isla y es su punto más alto (358 m). Desde su cima te haces una idea exacta de su orografía y su belleza, incluso en un día claro puedes ver Mallorca.
En la cima se encuentra el Santuario de la Virgen del Toro, patrona de la isla. Dentro hay una imagen de la Virgen tallada en madera. Edificado en el Siglo XVII sobre una antigua iglesia gótica. En la cumbre hay una escultura del Cristo Redentor.
Hay una tradición popular que dice que la imagen de la Virgen fue encontrada en lo alto de la montaña por un grupo de religiosos mercedarios que llegaron a la cumbre guiados por un toro que les abría paso.
Museo arqueológico al aire libre
Menorca, toda ella, es un verdadero museo arqueológico al aire libre. Tiene numerosos monumentos megalíticos repartidos por toda la isla.
Los más característicos son: Los talayots, grandes torres con funciones de vigilancia. Las navetas, utilizadas como lugar de enterramiento. Las taulas, dos enormes piedras en forma de T.
Visitamos:
- La Naveta des Tudons. Monumento funerario donde se encontraron restos de unas 100 personas y numerosos objetos. Se encuentra cerca de Ciudadela y fue construida alrededor de 1200 años AC. Los domingos su entrada es gratuita. Considerado el monumento más antiguo de toda Europa.
- Torre Trencada. Poblado prehistórico que perduró hasta el final de la época romana. Se conserva una taula, una sala hipóstila, un pozo, un talayot y tumbas antropomorfas. Se puede llegar a través de un camino que parte de la carretera que va de Ciudadela a Mahón.
- Necrópolis de Cala Morell. Uno de los yacimientos más importantes formado por 14 cuevas excavadas artificialmente en un acantilado, más numerosos nichos o cavidades ovaladas.
Para realizar estas visitas, el coche se hace necesario. Se puede llevar desde la Península en barco o alquilarlo allí. Nosotros fuimos en pleno agosto y aunque nos lo pintaban mal, demanda superior a la oferta, a través del personal del hotel pudimos conseguir uno sin problemas.
Menorca, a pesar de su tamaño, ofrece muchos sitios con verdadero encanto. No hay que dejar de ver sus poblaciones principales, Mahón, Ciudadela, Fornells, etc. Hay que degustar su gastronomía, típicamente mediterránea, como sus quesos, su caldereta de langosta y sus ensaimadas. No nos podemos ir sin disfrutar algún amanecer o puesta de sol, como las que nosotros pudimos admirar desde Cala Blanca, a su vez, desde allí también se veía claramente la isla de Mallorca.
No descartes Menorca por los peques, tiene propuestas para todas las edades y os encantará. Si también os toca el sorteo de la nanny mejor que mejor.
Joe si que hay cosas para ver¡¡¡ aunque esta ruta yo la veo más para adultos… asi que ojalá me toque la nanny que sortean en este sitio y pueda dejar a los peques en casa jejejeje
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