Una semana por la bella provincia de Cáceres. Nuestro primer destino fue Guadalupe, lugar de religiosidad, de cultura y saber.
Comenzamos visitando el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993.
En la visita veremos: El museo de bordados, museo de libros miniados, claustro mudéjar, museo de pintura y escultura, sacristía, relicario y tesoros. La entrada nos costó 5 €.
En 1389 el Rey Juan I entregará el monasterio a la orden de los Jerónimos, los cuales del siglo XIV hasta el XVIII llevaron a cabo numerosas reformas y ampliaciones. En 1808 las tropas de Napoleón saquean el monasterio y cien años después son los Franciscanos los que se encargan de su restauración y cuidado.
Nuestro primer contacto con el Monasterio es la fachada de aspecto fortificado con torres almenadas y murallas. Una vez flanqueada la puerta de entrada destacaríamos :
- El claustro mudéjar o de los Milagros de finales del S. XIV, el centro está ocupado por un templete mudéjar de 1405.En torno al claustro se encuentran los dormitorios, el refectorio y otras dependencias monacales.
- La sacristía del siglo XVII, en ella nos encontramos algunas de las mejores obras de Francisco de Zurbarán.
- El coro, construido en el siglo XIV con una trabajada sillería de mitad del siglo XVIII.
- El relicario o capilla de San José del S. XVI concebido para albergar las numerosas reliquias que poseía el monasterio.
- El camarín de la Virgen, de final del siglo XVII y El Trono de Nuestra Señora, levantado en 1953. Sobre él está la imagen de Santa María de Guadalupe, talla románica del siglo XII de madera de cedro policromado. La Virgen de Guadalupe es patrona de Extremadura desde 1907 y es un importante centro de devoción y religiosidad. Junto con la Virgen del Pilar es “Patrona de la Hispanidad”. Aparece vestida con ricos mantos de preciosos brocados, una corona y un cetro y el niño en su regazo.
El templo del monasterio es de estilo gótico-mudéjar. La reja de hierro forjado es de 1510-1514 de estilo gótico-renacentista.
De principios del S. XVI es la Hospedería del Real Monasterio, ahora convertido en hotel regentado por los monjes, ahí está el claustro gótico.
A escasos metros del monasterio se encuentra el Parador Nacional de Turismo, antiguo Hospital de San Juan Bautista y Colegio de los Infantes o de Gramática. En este hospital se practicó por primera vez la cirugía y disección con la autoridad pontificia.
En el siglo XV el monasterio cobra gran importancia. Colón le da el nombre de Guadalupe a una de las islas caribeñas que descubre. Los Reyes Católicos peregrinan al lugar como agradecimiento tras la conquista de Granada.
La Puebla de Guadalupe
El pueblo crece alrededor del monasterio y hoy se conserva una arquitectura popular influenciada por los albañiles mudejáres que levantaron dicho monasterio. Abundan las casas porticadas de dos plantas con balconadas corridas a lo largo de toda la fachada. La artesanía se vendía en los soportales de madera de estas casas.
Callejeando por el pueblo descubriremos bellos lugares que nos recuerdan el esplendor de Guadalupe, en la calle Sevilla destaca la casa de Gregorio López, del siglo XVI de estilo renacentista y el Arco de Sevilla, que es uno de los cinco que se construyeron en el siglo XVI, para acceder al pueblo que estaba rodeado por un cinturón defensivo. Las otras cuatro puertas por las que se accedía son El arco del Chorro, el arco de las Eras, el arco de San Pedro y el arco del Tinte, las cuales siguen ahí aunque ahora ya no tienen la función para la que fueron creadas. El arco de Sevilla, ahora forma parte de una vivienda.
La fuente de los tres caños, esta fuente data del S.XV, en la actualidad está conectada a la red de suministro de agua de la población pero en sus orígenes se encontraba unida a la red de fuentes del Arca del agua, una de las obras hidráulicas más importantes de la Edad Media en la Península Ibérica.
Siguiente etapa Trujillo.