Arribes del Duero desde Miranda Do Douro
Queríamos conocer los Arribes del Duero y elegimos Miranda Do Douro, ciudad portuguesa perteneciente al distrito de Braganza.
Salimos de Madrid y llegamos al puente-viaducto de Requejo, también llamado puente Pino, inaugurado en 1914, construido para salvar el río Duero y ubicado en la provincia de Zamora.

Merece la pena pararse para ver las bonitas vistas del río Duero y esta maravillosa obra de ingeniería. Cruzamos el puente y seguimos camino a Miranda do Douro.
Miranda Do Douro
Elegimos el Hotel Turismo Miranda, 55€ la noche con desayuno incluido. Hotel bien situado y habitaciones con bonitas vistas. Enfrente del hotel está la Oficina de Información y Turismo, la chica es amabilísima y te facilita toda la información que necesites.
Después de instalarnos en el hotel lo primero que hicimos fue ir a ver el impresionante mirador que teníamos muy cerca del hotel. Mirador Penedo Amarelo, las vistas son espectaculares, tanto del río Duero, como de la presa e incluso de la catedral.


Ese día comimos en un restaurante cerca del hotel, del cual nos habían hablado muy bien, el Restaurante Jordao, los precios son asequibles y la comida está bien. De todas formas hay mucha oferta en la zona.
Por la tarde nos dedicamos a recorrer la ciudad e ir descubriendo sus bonitos lugares.
Miranda tiene fama por ser un lugar para ir de compras, por lo tanto vas a tener cantidad de tiendas y productos para poder hacerlo. Nosotros lo enfocamos más a ver la ciudad, aunque al final algo compramos.
Miranda se encuentra en un espacio protegido (el Parque Natural do Douro Internacional) y a escasos metros de otro (el Parque Natural de Arribes del Duero) y tiene una lengua propia, el mirandés.
Sus miradores al rio Duero son espectaculares y su casco histórico tiene mucho que ofrecer.
Lo primero fue ir a ver su bonita Concatedral, ubicada en la zona alta del casco histórico, monumento del siglo XVI que perdió su estatuto de catedral con el traslado de la sede de la diócesis a Braganza.

Miranda al ser una ciudad fronteriza, sufrió muchas guerras y ocupaciones, eso hizo que trasladaran la diócesis a Braganza, lo que provocó un período de decadencia de la ciudad.
En la visita a la Concatedral podemos disfrutar de su Órgano de tubos, el Retablo Mayor del escultor vallisoletano Gregorio Fernández, la Capilla del Santísimo, la Sillería y para mí lo más curioso fue el “Menino Jesus da Cartolinha”.




Se trata de un pequeño niño Jesús con sombrero de copa que tiene una particular colección de coloridos trajes que se le van colocando en función del momento del año.


Imagen del siglo XVIII, con un leyenda muy curiosa, la leyenda dice que se le apareció a las tropas portuguesas para darles valor y fuerza cuando la ciudad estaba asediada por el Ejército español en el año 1711. Durante la ocupación aparecía en las murallas un niño, vestido de hidalgo caballero, convocando a los mirandeses a levantarse contra los españoles.
Cuando liberaron la ciudad de los españoles, buscaron al niño y nunca lo encontraron, por lo que consideraron que había sido un milagro que les llevó a la victoria.
Detrás de la Concatedral se encuentran las ruinas del antiguo Palacio Episcopal, Sobreviven los arcos de su claustro, actualmente funciona como un espacio público acondicionado para disfrutar de un agradable paseo.

La muralla de Miranda do Douro, conserva gran parte del trazado medieval. Posee diversas puertas de acceso, siendo la más importante la Puerta de la Villa, que está rodeada de dos torres almenadas.
Una vez pasada la puerta pasamos a la rua da Costanilha, donde encontramos algunas de las casas más curiosas de la ciudad.

Otra visita sería al Castillo, reducido a escombros por el sitio protagonizado por las tropas francesas y españolas en el contexto de la Guerra de los Siete Años en 1762.
El castillo de Miranda Do Douro se mandó construir en el siglo XII y se amplió posteriormente en el siglo XVII. En la actualidad se conserva la torre del homenaje parcialmente derruida, así como parte de los lienzos de la muralla y el pozo en el centro del patio de armas.

Cerca de la catedral nos encontramos la plaza de Joao III, un lugar perfecto para tomarte algo en sus terracitas. Un lugar tranquilo y bonito.

Me encantó la escultura emplazada en dicha plaza, se trata de dos estatuas de bronce, las cuales representan un hombre y una mujer mirandeses con el traje típico de la zona rural de Miranda . Su elemento más característico es la llamada “Capa de honras”.

En esta plaza se encuentran algunos edificios importantes como El Ayuntamiento y el Museo de la Tierra de Miranda.

El Museo merece la pena entrar a verlo, nos acerca a su cultura y tradiciones milenarias. Está ubicado en una edificación del siglo XVII. También exhibe varias recreaciones de cocinas tradicionales y una sala con telares dedicada al tejido tradicional de lana y lino.

Callejeando encontrarás bonitas iglesias, lo más recomendable es pasear y disfrutar descubriendo bellos y curiosos edificios.
Ruta senderista desde Miranda a la Iglesia de São João das Arribas
La ruta comienza al final de la rua Terronha.

El recorrido es de unos 20 Km aproximados en total, ida y vuelta. Salimos de Miranda do Douro dirección Vale de Águia, camino bien señalizado, caminaremos entre olivares, viñedos y huertos. Visitamos el Castro de Vale de Águia.

Atravesamos Vale de Águia


De aquí seguimos a Aldeia Nova.

Nuestra meta era la ermita, el mirador y el castro de São João das Arribas, disfrutar del bellísimo paisaje y divisar las aves que sobrevuelan el cañón del Duero.
Este trozo del camino es un poco más duro porque hay una bajada pronunciada y luego será subida.
La ermita es de 1833 construida en un antiguo castro, de paredes y teja roja, de una sola nave. En el exterior hay un pequeño altar, que se usa en días de romería.

Un poco más alejado de la ermita nos encontramos vestigios del antiguo castro y a continuación un agradable merendero.


Las vistas son inmejorables, divisar al río Duero discurriendo tranquilamente y encajonado entre las enormes paredes de piedra es todo un espectáculo.

Crucero por el río Duero
Nosotros contratamos el crucero con Civitatis, el precio era de 18 € por persona.
Embarcamos en la Estación Biológica Internacional del Duero, está situada a la entrada de Miranda do Douro.

Zarparemos en un barco que nos llevará a lo largo del río por los miradores y cascadas del parque, la duración es de una hora y 15 minutos. Nosotros elegimos el de las 11 de la mañana hora portuguesa.

Una experiencia realmente aconsejable, la tripulación nos explicará las características geológicas y etnográficas del cañón, y nos deleitaremos con el paisaje, la fauna y una flora espectacular.

Atravesaremos el Acantilado de los Líquenes, pasaremos por el Pozo de las Nutrias y el final será el Valle del Águila.

Podremos disfrutar del paisaje en la terraza del barco y hacer fotografías. Estamos en territorio de águilas reales, cigüeñas negras y gran variedad de aves.
Y por último a la llegada tendremos una degustación de varios vinos de Oporto durante 30 minutos, riquísimos y apetecibles, un final de viaje inmejorable.

Información complementaria
Civitatis: Reserva de crucero
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